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El interés por la tecnología blockchain está aumentando en Rusia (a pesar de las preocupaciones legales)
Expertos jurídicos con sede en Moscú examinan el deshielo de las actitudes hacia blockchain y Bitcoin en Rusia.

Brian Zimbler es abogado y socio principal del bufete internacional Morgan Lewis en Moscú. Asesora en inversiones transfronterizas y asuntos financieros, principalmente en Mercados emergentes. Zimbler contó con la asistencia de Dmitry Dmitriev y Andrey Ignatenko, asociados de Morgan Lewis, en la redacción de este artículo.
En este artículo de Opinión , los autores examinan el aparente deshielo en las actitudes hacia blockchain y Bitcoin en Rusia.
Las tecnologías blockchain están atrayendo cada vez más el interés de las instituciones financieras y empresas de TI rusas, y podrían estar a punto de superar el escepticismo de los reguladores rusos. Esto quizás no sea sorprendente, dada la relevancia de Rusia en el sector Tecnología , con más de 120.000 programadores locales y un crecimiento continuo del comercio electrónico y las actividades en línea.
Sin embargo, ciertos obstáculos legales aún pueden representar desafíos para los promotores y desarrolladores de criptomonedas y otras aplicaciones blockchain.
Resistencia inicial al Bitcoin
Las autoridades rusas han prestado atención a los posibles usos de las criptomonedas durante varios años, pero hasta hace poco se centraban en las medidas anticorrupción y contra el blanqueo de capitales, el cumplimiento legal y la gestión de riesgos. El Banco Central y el Ministerio de Finanzas de Rusia han desempeñado un papel fundamental en la consideración de estas cuestiones.
La legislación rusa establece actualmente que el rublo es la moneda nacional y que está prohibida la emisión de otras monedas o "monedas sustitutivas" en territorio ruso. Algunos funcionarios rusos han argumentado que las criptomonedas deberían considerarse como monedas sustitutivas, pero este punto sigue siendo controvertido.
En 2014, el banco central emitió una carta formal en la que advertía que el intercambio de bienes o servicios por "monedas virtuales", así como la conversión de dichas monedas a rublos o divisas extranjeras, podría utilizarse para el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Si bien esta advertencia no tuvo fuerza de ley, sirvió para advertir a los bancos y empresas rusas de que las transacciones con criptomonedas probablemente estarían sujetas a un escrutinio especial.
Postura de ablandamiento
A principios de 2016, las autoridades rusas parecían dispuestas a intensificar sus medidas contra las criptomonedas. Según informes, el Ministerio de Finanzas preparó un proyecto de enmiendas a las leyes vigentes que impondrían multas administrativas y sanciones penales por la emisión, compra o venta de bitcoins. Estas incluirían multas de hasta 2,5 millones de rublos (unos 39.000 dólares al tipo de cambio actual) para las organizaciones financieras y penas de prisión de hasta siete años para los altos directivos.
Otros organismos gubernamentales rusos expresaron su apoyo a estas propuestas, incluido el Ministerio de Desarrollo Económico y el Comité de Investigación, una agencia federal con autoridad sobre investigaciones criminales.
Sin embargo, parece que el gobierno ruso ha decidido no implementar estas enmiendas por varias razones. En primer lugar, se informó que ciertos actores clave, como el Ministerio de Justicia y la Fiscalía Federal, no apoyaron la propuesta de imponer responsabilidad penal. Algunos observadores argumentaron que las leyes rusas existentes serían suficientes para abordar la actividad delictiva, sin necesidad de establecer una norma específica basada únicamente en el uso de criptomonedas.
En segundo lugar, Rusia está explorando las ventajas potenciales de las tecnologías relevantes que sustentan el Bitcoin y otras criptomonedas. Por ello, algunas autoridades rusas están trabajando en nuevas reformas legales para legitimar el uso y desarrollo de las criptomonedas.
Entre los defensores se encuentra Herman Gref, presidente del gigante bancario ruso Sberbank y exministro de Economía y Comercio. Gref ha argumentado que si Rusia prohíbe las criptomonedas, correrá el riesgo de quedarse atrás en innovaciones relacionadas con la cadena de bloques y tecnologías similares. Otros funcionarios rusos también han expresado interés en la cadena de bloques, y se esperan mayores avances en este ámbito en 2017.
Prueba de blockchain
Un ejemplo concreto del interés ruso en las tecnologías blockchain es Masterchain. A partir del otoño de 2015, el banco central creó un grupo de trabajo para estudiar las tecnologías blockchain y explorar posibles aplicaciones prácticas, con especial énfasis en los Mercados financieros. Esto dio lugar a iniciativas para establecer un prototipo de base de datos distribuida para la mensajería financiera.
En 2016, un consorcio formado por la empresa rusa de pagos Qiwi, Accenture y cuatro organizaciones financieras rusas comenzó a probar tecnologías blockchain en colaboración con el banco central. El trabajo del consorcio dio como resultado Masterchain, un prototipo de blockchain basado en Ethereum para la validación y el intercambio de datos de clientes e información transaccional.
A diferencia de Ethereum, Masterchain es una base de datos autorizada (privada) de bloques de datos encadenados que permite al banco central actuar simultáneamente como un usuario común en el procesamiento de pagos y como un administrador confiable.
El siguiente paso podría ser desarrollar más prototipos. Funcionarios del banco central están examinando actualmente otras dos versiones propuestas de Masterchain. Una se basa en Ethereum y utiliza un algoritmo de consenso de prueba de trabajo (POW) (que se reemplazará con un algoritmo de prueba de participación (POS) cuando Ethereum adopte POS). La segunda ya utiliza POS.
Un grupo de 10 organizaciones financieras rusas probará estos productos, con el objetivo de un futuro uso comercial.
Otra propuesta rusa sería la creación de una asociación profesional, que incluiría representantes de varias agencias gubernamentales, llamada "FinTech", para ayudar a redactar reformas legales para regular las tecnologías blockchain.
El nuevo organismo abordaría diversas aplicaciones de las tecnologías blockchain, como la votación electrónica, los sistemas notariales, el mantenimiento de registros de accionistas, de bienes raíces y otros registros legales, y la validación de datos de clientes e información transaccional.
Otras organizaciones y líderes empresariales rusos también se están involucrando activamente en este campo. El Depósito Nacional de Liquidaciones, el depósito central de valores de Rusia, ha iniciado un proyecto piloto de voto electrónico de accionistas mediante una solución blockchain con permisos.
Además, la Universidad Nacional de Investigación del Estado de Perm ha abierto un laboratorio para estudiar “criptoeconomía” y sistemas blockchain; un destacado empresario ruso ha invertido en la plataforma de redes sociales BlockGeeks; y la empresa de pagos rusa Qiwi ha anunciado sus planes de actualizar su base de datos CORE a un sistema de contabilidad distribuida dentro de cinco años.
Obstáculos para los contratos inteligentes
El uso de tecnologías blockchain para la formación e implementación de contratos inteligentes también ha atraído interés en Rusia, pero puede requerir más reformas legales.
El país ya ha comenzado a incorporar aplicaciones de tecnologías modernas en su legislación civil y sus prácticas contractuales. Por ejemplo, la legislación rusa permite a las partes celebrar contratos mediante el intercambio de documentos electrónicos por correo electrónico u otros medios. Sin embargo, en algunos casos puede ser recomendable crear un documento físico aparte para sentar las bases legales de las comunicaciones electrónicas posteriores.
El uso de varios tipos de firmas electrónicas también está autorizado, en virtud de normas como la Directiva de firmas electrónicas de la UE de 1999, aunque ciertas claves de verificación pueden requerir la certificación de las autoridades de comunicaciones rusas.
Además, varios organismos gubernamentales rusos han modernizado sus operaciones para facilitar el intercambio de documentos a través de plataformas en línea, como la presentación electrónica de declaraciones fiscales, informes contables y solicitudes de licencias y patentes. Entre ellos se encuentran el Servicio Federal de Impuestos, el Servicio Federal de Propiedad Intelectual y el Servicio Federal de Supervisión de las Comunicaciones, las Tecnología de la Información y los Medios de Comunicación.
Además, las presentaciones notariales se pueden realizar electrónicamente y el registro de empresas del estado es accesible en línea.
Áreas grises
No obstante, en ciertos aspectos, Rusia sigue siendo un mercado tradicional donde los documentos físicos, sellos y timbres son esenciales. En particular, la transición a sistemas de contabilidad distribuida y contratos virtuales entrará en conflicto con los registros centralizados existentes, legalmente requeridos para ciertas transacciones.
Un ejemplo es la venta de participaciones en una sociedad de responsabilidad limitada (SRL) rusa, que se efectúa mediante certificación notarial del contrato de compraventa escrito y la inscripción correspondiente en el registro estatal. En el caso de las ventas de acciones en sociedades anónimas, la transferencia debe inscribirse en un registro independiente, generalmente gestionado por un proveedor de servicios independiente.
Si bien los tribunales rusos también se están sumando a la revolución digital (por ejemplo, algunas audiencias y decisiones ahora son accesibles en línea), son más tradicionales en cuanto a la prueba. Generalmente, los tribunales exigen la presentación de originales físicos o copias certificadas de los documentos, y no está claro cómo deben documentarse los contratos virtuales para estos fines.
En teoría, se podrían proponer soluciones blockchain para abordar algunos de estos problemas, por ejemplo, para sustituir la certificación notarial y el uso de registros centrales. También facilitarían la diligencia debida, ya que un posible comprador podría verificar todas las transacciones de acciones anteriores.
Sin embargo, la adopción plena de soluciones blockchain implicaría nuevas reformas legales en Rusia. Por ejemplo, no está claro cómo se interpretaría el uso de Organizaciones Autónomas Descentralizadas (OAD) o mecanismos similares, donde los contratos se implementan mediante códigos preescritos, según las normas contractuales rusas, ni desde la perspectiva de su exigibilidad ni de la imposición de responsabilidad por incumplimientos. La ocurrencia de incumplimientos o fraudes dentro de la blockchain descentralizada también podría plantear nuevas cuestiones de jurisdicción y derecho aplicable, sin precedentes en Rusia.
Estos asuntos requerirán mayor atención por parte de funcionarios rusos, desarrolladores de TI, abogados y otros participantes del mercado. En última instancia, si Rusia decide participar activamente en el desarrollo de las tecnologías blockchain, es probable que se Síguenos los cambios legales necesarios.
Rascacielos de Moscúimagen vía Shutterstock
Note: The views expressed in this column are those of the author and do not necessarily reflect those of CoinDesk, Inc. or its owners and affiliates.
Brian Zimbler, Dmitry Dmitriev and Andrey Ignatenko
Brian Zimbler es abogado y socio principal del bufete internacional Morgan Lewis en Moscú. Asesora en inversiones transfronterizas y asuntos financieros, principalmente en Mercados emergentes. Dmitry Dmitriev y Andrey Ignatenko son asociados de Morgan Lewis.
